La dulce quietud del aún oscuro amanecer lo envolvía todo, el ansia del día anterior estaba olvidado, la vuelta tambaleándose hasta su casa fue un sufrimiento de olvidó y decepción. Todo cuanto había pensado vivir ni siquiera había pasado. Estaba completamente ido, su cabeza era incapaz de encontrarle explicación a lo que había pasado o a lo que él pensaba que había sucedido. Era incapaz de encontrarle sentido a todo, pero lo peor sería cuando volviese a verla sin saber si había sucedido o lo había soñado, tendría que soportar su mirada, tendría que sonreírle, tendría que hacer como si todo fuese exactamente igual que siempre, como si aún no hubiese tocado todo su cuerpo, como si aún no la hubiese besado, como si aún no hubiesen hecho el amor, como sería capaz de ignorar eso, había sido tan real que aún la sentía, que aún la tenía con él.
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David Cala - Escritor
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