A veces, vuelvo a pensar en ti,
y en ese amor que nos teníamos.
Recuerdo esos instantes,
en los que tú y yo,
hacíamos las cosas
sin pensar en sus consecuencias.
A diario, nuestras caricias,
acallaban los rumores que corrían
sobre nuestra extraña relación.
Las pocas palabras
que pronunciaban nuestros labios,
no hacían más que incrementar
nuestra predilección,
por el silencio.
Ahora, los años han pasado
dejando su huella en mi vida,
en mi cuerpo y en mi mente.
Sin embargo, tu imborrable recuerdo
sigue fresco en mi enfermiza cabeza.
Tu triste final llegó,
poco a poco, me alejaste de ti
para amar a las traicioneras drogas
que terminaron con tu vida,
así como, con mi aprecio por ti.
Tú jamás quisiste mi ayuda,
yo, aun así, no me rendí.
Creí en ti,
y en tu recuperación,
hasta el final.
No pudimos vencer,
me fallaste.
Pero en realidad,
yo sigo pensando,
que fui yo,
quien te fallo a ti.
David Cala
20/06/2020