Al cruzar mis palabras contigo,
se atraviesan en mi garganta.
Las palabras exactas,
huyen de mis labios.
Se niegan a ser pronunciadas.
Se resisten a salir.
No quieren confesarte,
que sueño contigo.
Que mis labios desean a los tuyos.
Con timidez,
se ocultan en mi interior,
y me callo.
Sin embargo, más tarde,
delante de un papel en blanco,
fluyen como una cascada
de emociones incontroladas.
Es entonces cuando afloran,
palabras de amor,
que se crean en mi corazón,
con todo el sentido de la pasión,
que oculta mi verdadero yo.
Ves, de nuevo me ha sucedido,
he vuelto a llenar un folio en blanco
con esas palabras que esta mañana
se negaron a salir.
Ojalá pudiera decirte,
que quiero que seas parte de mi vida.
A veces, desearía
ser menos tímido,
al menos, para ser capaz
de confesarte mi amor en persona.
David Cala
23/05/2020
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